lunes, 29 de abril de 2013

INTRODUCCIÓN COMERCIO TRADICIONAL VS. COMERCIO ELECTRONICO



El COMERCIO ELECTRONICO, UNA BUENA ALTERNATIVA EN TIEMPOS DE CRISIS
COMERCIO ELECTRÓNICO VS. COMERCIO TRADICIONAL


Tras décadas de intensa actividad comercial, basada en la relación directa entre el ofertante y demandante, hoy en día el comercio se enfrenta a desafíos muy diversos, por lo que, su reacción y adaptación, repercutirá no sólo en la distribución comercial sino también en toda la economía de la sociedad. El comercio es considerado como el sector fuente de puestos de trabajo, y por tal motivo su importancia se ha visto voluble ante la indeleble idea de que vayan introduciéndose nuevas formas de comercialización;  como consecuencia, la evolución de la sociedad de la información,  ha aportado  los instrumentos para una administración más eficaz de la logística y planificación,  permitiendo la venta directa y a distancia; y aunque, hace unos cuantos años no se pensaba que tales tendencias vayan a sustituir completamente a los métodos comerciales tradicionales, con el pasar del tiempo  se ha visto los efectos directos de la era tecnológica, en los tipos de empleo, las necesidades de formación y la competitividad dentro de una zona comercial.

Por primera vez en la historia, llegar hasta un cliente, y que él llegue hasta el proveedor, no depende tanto de la inversión económica como en la inversión en creatividad y empatía, es así que internet ha cambiado las pautas de consumo de los consumidores, no sólo por hacer posible el comercio electrónico, también por facilitar la información y la conexión entre los consumidores. En los albores del siglo XXI  La Red Global de Negocios on-line;  ha desatado un boom económico que ha hecho que los consolidados comercios que antes poblaban las calles céntricas de las grandes y pequeñas ciudades y que contaban con una trayectoria, en algunos casos, bastante longeva, son los mismos que hoy han perdido credibilidad en el mercado común y corriente, lo que los ha llevado al  cierre  definitivo de sus actividades comerciales.  Y esta situación, la de la calle y la de lo tradicional es, una vez más, contrapuesta a la pujanza que vive Internet y por extensión el comercio electrónico, que constituye una alternativa más que vigoriza al comercio tradicional.

Según la conceptualización propuesta por Walid Mougayar, Vice-Presidente de Commerce Net Canadá, el comercio electrónico tiene cinco caras que tienen que ver con un cambio sustancial en la forma tradicional de hacer intercambio comercial. Se trata de que, además de ser un nuevo mercado, Internet es una nueva forma de comunicación multimedia de “muchos a muchos”, en contraposición con los modelos tradicionales de “uno a muchos”, también es una red y por  tanto sus conceptos económicos son los de la “Economía de Red”, en muchos aspectos contrapuestos a los paradigmas del comercio tradicional en los que la oferta sigue a la demanda. Aquí, muchas veces, la demanda sigue a la oferta;  es así que hay que tomar muy en cuenta uno de los aspectos relevantes dentro de una negociación, la realización de un contrato el cual requiere llevar a cabo varias etapas, oferta y publicidad, compra del producto, medios de pago, distribución física del producto, reclamación.

La primera etapa, publicidad y oferta, no plantea problemas en el comercio tradicional y en el ámbito del comercio electrónico tampoco, ya que Internet supone el mayor y más amplio escaparate en el que los comerciantes pueden realizar sus ofertas. Sin embargo, la segunda y la tercera etapa sí suponen un cúmulo de problemas para el comercio electrónico ya que dificultan la aplicación del derecho comercial tradicional a esta nueva modalidad de comercio. El comercio electrónico se caracteriza por su localización, no se sabe dónde están situados las partes contratantes, cuál es el domicilio del cliente, etc., y por su carácter mundial, son muchos los implicados, por lo que los principios o criterios implicados se incrementan. Respecto al lugar de la transacción, se establece como presunción que el contrato se celebra en el lugar desde el que el destinatario del servicio efectúa su petición. Al analizar todos los elementos se determina que la contratación electrónica puede regularse mediante las normas ya existentes, creando mecanismos de adaptación a las mismas, y esto porque los contratos que se concluyen en la red son iguales que cualquier otro contrato. Sin embargo, aún existen muchos aspectos aún por perfeccionar, tales como la protección de los consumidores, la seguridad de los medios de pago, la firma de los documentos y su validez, etc., que en este medio de comunicación global como es Internet tienen mayor trascendencia debido a la amplitud de sus efectos y a la dificultad de encontrar un medio homogéneo y universalmente aceptado de solución.

Debido a este análisis se considera que existen muchas ventajas de comprar en línea, como  el poder tener acceso a productos que aún no están a la venta en los comercios tradicionales, ahorrar tiempo y evitar filas y aglomeraciones, la comodidad de hacerlo en el hogar, oficina ó negocio; puesto que el mercado libre está abierto las 24 horas, esto a más de los beneficios que trae a las organizaciones en cuestión del ahorro en recursos económicos por tener un sitio web; y  a pesar de que también existen desventajas como no poder ver ni tocar ni probar, se puede  tener extras escondidos en los precios, los gastos de envió, etc., el comercio electrónico está posicionándose en el mercado con pasos agigantados.

En conclusión, actualmente la tecnología está opacando la manera tradicional en la que se llevaban a cabo actividades tan normales como las de comprar,  esto ha permitido que la sociedad alcance mayor desarrollo especialmente en cuestiones mercantiles; pero aún se debe llevar a cabo un sinnúmero de acciones que logren hacer que este método de compra lleguen a  lugares que no están al tanto de estas herramientas. 

El comercio electrónico, una buena alternativa en tiempos de crisis




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